Una amistad de 15.000 años beneficiosa para la salud
Los perros y el ser humano mantienen una larguísima amistad de más de 15.000 años. Instintivamente, los humanos siempre supimos que la compañía de los perros mejoraba nuestras vidas, sobre todo desde el punto de vista emocional. Hoy, además, sabemos gracias a la ciencia que la compañía de los perros es terapéutica incluso a nivel físico.
Según un estudio llevado a cabo por los doctores veterinarios Race Foster y Marty Smith, de las universidades de Michigan y Iowa respectivamente, la compañía de un perro incrementa la longevidad de las personas que han sufrido un ataque al corazón y reduce las posibilidades de recaída de 1 entre 15 a 1 entre 87.
Según los citados doctores, las personas que conviven con una mascota tienden a mantener menores niveles de colesterol que quienes no lo hacen.
Otras ventajas de tener perro: Su presencia reduce la presión sanguínea y el estrés.
Además, convivir con un perro implica, necesariamente, un incremento de nuestra actividad física. Por los cuidados que éste requiere. Ello supone evidentes beneficios para la salud.
Los perros son incluso capaces de detectar un ataque de epilepsia antes de que se produzca. Esto se debe a sus sentidos especialmente desarrollados, que los hacen capaces de percibir cambios en nuestro cuerpo invisibles a la percepción humana.
De hecho, hay perros que son especialmente entrenados para detectar episodios epilépticos hasta 45 minutos antes de que se manifiesten. Este “superpoder” canino puede salvar muchas vidas.
Conocemos incluso el caso de George, un perro de Florida capaz de descubrir mediante el olfato melanomas en la piel de los pacientes con un 100% de efectividad.
Tanto es así que investigadores de la universidad de Cambridge estudian en la actualidad la utilización de perros para diagnosticar casos de cáncer de próstata en los varones mediante el olfato.
Son sólo algunas de las infinitas ventajas de compartir nuestro hogar con un perro.